Mapeo de un Nuevo Orden Urbano

A finales del periodo colonial, las ciudades de México, con el comercio atlántico y el creció de producción minera, experimentaban nueva riqueza y población. El crecimiento de la sociedad urbana mestiza y una mayor movilidad entre las clases alteraron las costumbres sociales tradicionales y la vida cotidiana en las ciudades. En el siglo dieciocho, reformadores reales influidos por las ideas Ilustradas políticas, económicas y culturales impusieron un nuevo orden urbano en México y por todo el imperio. Reestructuraron el espacio de las ciudades, vigilaron las calles, y regularon las diversiones públicas con la intención de modificar no solo la administración si no también la moral de las ciudades y sus habitantes.

"Plano de la Nobilísima Ciudad de México"
"Plano de la Nobilísima Ciudad de México"
1778

Nombrado maestro arquitecto de la Ciudad de México en 1763, Idelfonso de Iniesta Bejarano diseño varios edificios icónicos tanto civiles y religiosos de la ciudad. Él es considerado uno de los mas destacados proponentes del estilo barroco adornado llamado churrigueresco, un estilo visible en sus proyectos de construcción, tales como el Oratorio de San Felipe Neri, la nueva fachada de la Universidad Real y Pontificia, y las Iglesias de Santa Veracruz y La Santísima. Iniesta Bejarano creó este mapa de la Ciudad de México justo antes de que el gobierno virreinal dividiera a la ciudad en cuarteles bajo la vigilancia de un sistema de alcaldes de barrio. Precediendo esta nueva imposición del orden municipal por solo cuatro años, el mapa de Iniesta Bejarano y el trazo que se incluye en la parte alta a la derecha, reflejan el persistente importancia tradicional de las instituciones religiosas, tales como parroquias y conventos, en la definición de los espacios urbanos durante el período colonial.

"Plano General de la Ciudad de México"
"Plano General de la Ciudad de México"
1793-1811

Este mapa de la Ciudad de México fue originalmente reconocido topográficamente y dibujado por Diego García Conde, un soldado e ingeniero español, en 1793. Su primer grabado e impresión fue en 1807 por José Joaquín Fabregat, director de grabado de la academia real de artes de la ciudad, fue en una escala monumental, midiendo 63 x 80 pulgadas.

Las placas del grabado de 1807 se perdieron, pero la edición pequeña exhibida aquí fue impresa en Londres en 1811, y otra edición se produjo en Estados Unidos en 1830. El mapa demuestra el deseo del gobierno virreinal Bourbon de ordenar la ciudad y controlar los espacios públicos y de diversión. En contraste al mapa producido por el arquitecto real Iniesta Bejarano en 1778, en el cual las instituciones religiosas dominaron la vista de la ciudad, el mapa de García Conde divide y colorea la ciudad por el sistema de cuarteles administrativos instalados en 1782. El mapa identifica cada calle, plaza, y pulquería, sirviendo al esfuerzo del gobierno de regular la vida social y el vicio—particularmente entre los ciudadanos mestizos e indígenas de clase baja—en nombre de la reforma Ilustrada.

Estos dos mapas de Valladolid (ahora Morelia) y Querétaro reflejan la extensión del sistema de cuarteles instituido en la ciudad de México a otras ciudades coloniales en los 1790. Cuarteles fueron introducidos también en Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, y Zacatecas en este mismo periodo, dividiendo las ciudades en zonas por motivos administrativos y de policía.